El ser humano está colonizado por un conjunto de microorganismos con quien convive e interactúa. Este conjunto de seres vivos se denomina microbiota y está estrechamente relacionado con el estado de salud del individuo que habita. Están presentes en la piel, en los pulmones, en la vagina, en la boca y a lo largo de todo el tubo digestivo (especialmente en el intestino grueso).
La microbiota que reside en el intestino es una de las comunidades más densamente pobladas. Está constituida por bacterias, virus y hongos. Forman un ecosistema intestinal que dialoga con nuestros órganos, principalmente con la pared intestinal y con el sistema inmunitario. Podríamos entonces decir, que educan a nuestro sistema de defensas y mantienen un diálogo continuo.
¿ Sabías que el 70% de las células del sistema inmunitario están asociadas al intestino?
Eje intestino- cerebro
Si bien puede parecer curioso, también ocurre un diálogo entre el intestino y el cerebro . Algunas de las bacterias producen diferentes sustancias (neurotransmisores) como la serotonina (hormona del placer), cortisol (hormona del estrés) y otras, que viajan y actúan en el cerebro.
¿Cómo se conforma la microbiota?
En el momento del nacimiento comienza la colonización microbiana (será diferente si es parto vaginal o cesárea). Posteriormente será variable, según el tipo de alimentación que reciba el lactante (lactancia materna, preparados para lactantes y la incorporación de alimentos), interfieren también el uso de antibióticos. La microbiota se consolida hacia los 2 o 3 años de vida, y hacia la adolescencia y etapa adulta se vuelve más diversa y compleja.
Cuando estos microorganismos se mantienen en equilibrio (cantidad y variedad) mantienen efectos positivos sobre la salud del individuo. Cuando por diferentes motivos, éste equilibrio se altera (disbiosis) pueden interferir en el proceso de salud/enfermedad.
Hay diversos factores que inciden en ella negativamente, modificando su composición, entre ellos se destacan:
· Patrón alimentario (pobre en fibra, rico en productos ultraprocesados)
· Algunas restricciones calóricas severas
· Estrés
· Sedentarismo
· Uso de antibióticos (automedicación)
· Infecciones y otros problemas de salud
Es importante saber, que podemos incidir en forma favorable a través de ESTRATEGIAS NUTRICIONALES (uso de prebióticos, probióticos y alimentos fermentados) y un estilo de vida saludable que incluya: actividad física regular, buen manejo del estrés y sueño adecuado.
A través de nuestras elecciones dietéticas, estamos favoreciendo el desarrollo de algunas especies. Cuanto más variada sea la dieta, más diverso y variado será nuestra microbiota intestinal.
Los prebióticos, son ingredientes alimentarios no digeribles (fibra) que producen en el intestino grueso una fermentación, favoreciendo el crecimiento de bacterias saludables. Una dieta rica en fibra, permitirá la aparición de bacterias benéficas que se alimentan de ella y a su vez se multiplican. Otro de los múltiples beneficios del consumo de alimentos de origen vegetal.
Los probióticos, según la Organización Mundial de la Salud …”son microorganismos vivos que cuando se administran en cantidades apropiadas, confieren al huésped un beneficio para la salud…”. Deben ser además seguros para el individuo, estar vivos al llegar al intestino (resistir el proceso de digestión e industrialización).
En el mercado uruguayo contamos con yogur con probióticos (con diferentes tipos de bacterias) y también diversas versiones farmacológicas (con diferentes tipos de bacterias, en cápsulas, pastillas y gotas)
Dado que no todas las bacterias tienen el mismo efecto, habrá que contemplar ese aspecto y la cantidad indicada si se va a utilizar como parte de un tratamiento. No todos los probióticos sirven para lo mismo.
Los alimentos fermentados, son formadores de microorganismos, pero no necesariamente son probióticos. Este tipo de productos fueron los primeros alimentos procesados producidos por los humanos. Con el transcurso del tiempo, la dieta occidental ha ido descendiendo su consumo.
A través del yogurt, kéfir, kimchi, kombucha o bien de vegetales fermentados como el chucrut, el miso o el tempeh, está aportando microorganismos diversos a su microbiota. Cabe mencionar, que la fermentación hecha en casa, es una técnica que requiere especial cuidado y experiencia en el manejo de las condiciones, para evitar así la contaminación microbiana no deseada.
Hoy nos referimos a estrategias nutricionales para mejorar la microbiota intestinal, colaborando en el bienestar y estado de salud. No obstante, se continúan realizando multiples investigaciones que relacionan la microbiota con el proceso de salud/enfermedad, inclusive como parte de diferentes tipos de tratamientos.
Los alimentos fermentados, los probióticos y los prebióticos tienen muchos beneficios en favor de nuestra salud.
Te invito a incorporarlos y aprovechar sus virtudes.
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